LA EXTRAÑA Y TRISTE HISTORIA DE MI CASETA DE MADERA

Dice una coplilla de un tal Manolo, y de apellido Escobar, que le robaron un carro estando de romería, apostillando que el hurto se produjo mientras dormía; más, después de veinte mil peripecias, y de tanto dar el cante, el bueno de Manolo llegó a encontrar su carro, pero ya carente de atalajes.

Que suerte la tuya Manolo, que aún ajado y sin atalajes, te apareció tu puto carro, para que sigas yendo de romería, o para cargar tus enseres,  el día que el banco te embargue la casa por el impago de la hipoteca; pues esto en estos tiempos del régimen de los socialistas, ya está de moda.

Suerte la tuya Manolo, que te robaran el carro unos tristes maleantes en el camino del Rocío; pues si esto te llega a pasar en Girona, te aseguro Manolo, que no te aparece el carro ni de coña.

Verás, te cuento Manolo; pues resulta que yo tenía una coqueta caseta de madera, en la que yo guardaba los aperos de labranza de mi humilde y típica masía catalana; bueno, ya sabes Manolo: la hoz, el martillo, el arado, la yunta de los bueyes, la azada para destripar terrones, y un cuadro de aquél mítico demagogo de izquierdas, que en su día dijese aquella rimbombante frase de: "La tierra es para quién la trabaja". Bueno, la verdad es que yo puse ese cuadro para tapar una raja, por la que se veía el interior de la caseta, y no por ideología política; pues quién coño iba a creer a un mentiroso de tal calibre, y que además no le había dado un puto palo al agua en su puñetera vida.

Ya sabrás Manolo de mi denodada lucha en defensa de mi persona, y de mi familia y de mi pan.  Una lucha que me aboca al pataleo ante quién repatea mi derecho constitucional a una defensa justa, y es por ello que decidí por enésima vez, manifestarme ante los juzgados de Girona, por lo qué, con el correspondiente permiso del ayuntamiento de la ciudad, y autorizado por escrito, instalé al efecto mi caseta de madera a unos metros de las puertas de los juzgados, ya que dicha caseta representaba mi lucha ante las inclemencias de una justicia injusta, que con el tiempo, y a la intemperie, se iría deteriorando, al igual que mi alma de ciudadano, y de ser humano.

Y allá que estuvo mi caseta, Manolo;  con el permiso y autorización en regla por parte del consistorio gerundense; soportando la lluvia, y los vientos, y el granizo... y el sol de justicia, que achicharraba la madera, hasta hacerla quejarse con sus crujidos lastimeros. Pero cierto día, y aún no me han explicado el porqué, se personó en el lugar un equipo de la brigadilla de trabajos y mantenimiento del ayuntamiento, y se llevaron la caseta, Manolo...como tu carro. Y desde entonces no dejo de entonar tu famosa canción; aunque por aquello de que no vaya a ser que la SGAES me cobre un canon por los derechos de autor, he decidido cambiarle la letra, que dice así:

 

Mi caseta se la llevaron,

¿por orden de quién sería?.

Mi caseta se la llevaron,

y ni lo sabe la Policía.

¿Donde estará mi caseta? (bis)

¿Donde estará mi caseta? (bis)

 

Me dicen que le quitaron,

los carteles que en ella había,

creyendo que eran anuncios

de una marisquería.

¿Donde estará mi caseta? (bis)

 

Donde quiera que esté,

mi caseta es mía,

porque en ella guardé

la ratafía.

Si la llego a encontrar,

puede que entonces,

le podría instalar,

dos altavoces.

 

Le digo por el camino,

hablando con un bombero,

que lleva entre sus tablas,

las marcas de mi perchero.

 

En mi caseta gasté,

una fortuna,

la pinté y la esmalté

de color pruna,

y pregunto porqué se la llevaron,

y no sabe ni Dios,

quién los mandaron.

 

En fin Manolo, que me alegro mucho de que encontrases tu carro, pese al hurto de aquellos facinerosos, que al menos demostraron cierta sensibilidad al dejarlo abandonado en un camino del Rocío, tras cometer la fechoría. Sin embargo yo, ya ves Manolo, he sido víctima de un error, o de un desmadre del sistema consistorial, donde el edil responsable de aquellos que se llevaron mi caseta, al parecer, está de romería pidiendo el voto para las próximas elecciones.

Yo creo que mi caseta pasó a mejor vida Manolo. Te lo juro por Snoopy, Manolo.

Ten Manolo, este recordatorio mortuorio de mi añorada caseta.

 

 

Toma Manolo, y que no se te ocurra en tu puta vida pedir permiso al ayuntamiento de Girona, para exhibir tu famoso carro en el puente de piedra de tan histórica capital.


 

EN BUSCA DE LA CASETA PERDIDA

 

EL PUNT - Divendres, 27 de novembre del 2009

 

NOTA DE PERE MIÀ

 

En relación a la noticia del presente recorte de prensa, Pere Mià, hace constar que, en caso de prosperar dicha reclamación, y en relación a su cuantía, sólo percibiría la cantidad correspondiente al valor reclamado por los daños de la caseta, por los que pide 1.836 euros, donando los 3.000 euros reclamados por los daños morales a la ONG "GERD" de Sarrià de Ter, que se dedica a la fabricación altruista y desinteresada de sillas de ruedas para los inválidos pobres de la nación hermana de Cuba.

((para más información sobre dicha ONG, pueden acceder a la dirección que abajo se indican)

 

http://www.gerdcoopera.com/

 

 

LA ENTREGA DEL RECORDATORIO MORTUORIO DE LA CASETA A LA ALCALDESA DE GIRONA EN FIRETAST 2009

 

La alcaldesa de Girona, Dña. Anna Pagans , en el acto de inauguración de FIRATAST 2009.

Al fondo, Pere Mià, ataviado con su hábito reivindicativo.

Pere Mià se aproxima a la alcaldesa con la sana intención de hacerle entrega de un obsequio.

¿qué será?. ¿qué no será? ...¿tal vez una rosa de un rosal?

Tenga usted señora alcaldesa, este triste recordatorio de una extraña defunción.

Se trata de mi caseta, que murió de la emoción, el día que se la llevaron esos hombres del camión.

Y la alcaldesa confundida, y sin saber ya donde estaba, preguntó muy decidida a la gente  que pasaba...

¿No es la feria de comidas?... ¿O es tal vez de Funeralia?

Imagen de un ejemplar del recordatorio mortuorio de la caseta, entregado por Pere Mià a la alcaldesa de Girona.

 

HOMENAJE A LA CASETA EN FIRATAST 2009

 

Una dulce senyera antecedía a la réplica en chocolate de la caseta de Pere Mià

La réplica de la caseta fue elaborada por Pere Mià, con 70 kilos del más exquisito chocolate suizo, así como la senyera, de bizcocho y mermeladas de frutas.

¿Y que fue de mi caseta?, donde grabé corazones; que hoy la busco y no la encuentro, para ver sus inscripciones.

Unos 27.000 sabrosísimos caracoles fueron degustados en el stand de Can Mià, en FIRATAST 2009

Que sería del caracol sin su humilde caseta

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